Vitamina C endovenosa…¿Mito o realidad?

Vitamina C endovenosa…¿Mito o realidad?

Medicamente hablando, las vitaminas son compuestos orgánicos que son necesarias en PEQUEÑAS cantidades para el adecuado metabolismo corporal, y que deben ser provistas por la alimentación y el ambiente. Ciertamente, la escasez o falta de vitaminas en lo que comemos (nuestra dieta) puede producir, incluso, algunas enfermedades, como el BeriBeri, Raquitismo y Escorbuto que, hoy por hoy, son nombres casi desconocidos al oído común.

 

El hombre requiere cantidades pequeñas de vitaminas todos los días, provenientes de una dieta mixta, y sus necesidades dependen del tamaño corporal, el grado de ejercicio, y condiciones como el embarazo, etc. Y, por lo general, la dieta que regularmente tenemos, está más que preparada para abastecernos de las vitaminas que necesitamos…. Por lo tanto, si usted goza de buena salud general, no padece de ninguna dolencia donde un MEDICO le haya recetado alguna vitamina especial….. a usted no le hace falta inyectarse vitaminas!.

 

Es una creencia equivocada que estos preparados le darán “más energía” y harán que usted “se sienta mejor”.

 

De hecho, si es que su cuerpo no elimina el gran % de vitamina que le administró y que no necesita, el exceso del consumo de vitaminas puede terminar causándole daño. La toxicidad por el exceso en su consumo (en cantidad y tiempo) es algo que se está viendo con cierta frecuencia, gracias a un consumo exagerado y creencias equivocadas de bienestar.

 

Así que, si a usted le ofrecen “vitamina inyectada” como un descubrimiento científico para mejorar su salud, para que rinda más en el trabajo, para que la piel se le vea más linda, etc, etc, etc… recuerde que

 

1) Si usted es una persona sana y tiene una alimentación balanceada y saludable, no lo necesita.

2) En el mejor de los casos, su cuerpo la eliminará, con lo cual habrá perdido su dinero.

3) El exceso de consumo de vitaminas por largos periodos puede causarle una intoxicación.

 

Saludos cordiales,

 

Dr. Roni Luna

 

(1) Agradecimientos al Dr. Mariano Sota por su aporte en la información bibliográfica científica para este artículo.