La TELE-CONSULTA, cómo es y qué no debe ser.

Como en muchas industrias, la pandemia nos ha hecho repensar algunas de nuestras actividades en el rubro médico.  Como primer acercamiento, muchos médicos hemos adoptado la Tele-Consulta. Algo que, para quienes tienen más de 30 años, recordarán que sólo se veía en películas de ciencia ficción o en dibujos animados, como Los Supersónicos, que trataba sobre la vida de una familia que vive en el futuro.

Para muchos médicos es una práctica nueva (y me cuento entre ellos), que tiene sus propias caracteristicas y retos. Por ejemplo:

  • Las potenciales (y reales) limitaciones tecnológicas pueden hacer que la consulta no fluya con la misma facilidad que en una cita presencial. Muchas veces el internet no ayuda, así que pueden suceder cortes en la conexión.
  • Las interrupciones ambientales tanto por el lado del paciente como del lado del médico. Estando en cuarentena, no faltan las interrupciones por parte de la familia o, incluso, el perro!. (Me ha pasado…)
  • Y la más crítica, no es posible hacer una evaluación física completa de forma virtual. Por eso, es que considero necesario que esta cita sea complementada con una cita presencial para asegurar que el médico cuente con todos los datos relevantes para asegurar que el plan operatorio del paciente es absolutamente el correcto.

Sin embargo, sigue siendo una CONSULTA MEDICA, y por lo tanto, el médico es responsable de lograr en esta cita la mayor y mejor información posible no sólo del paciente; sino, entregarle esa misma calidad de información hacia el paciente, tal como si fuera en una consulta presencial. Por lo tanto, debe tomar el mismo tiempo que si uno estuviera hablando con el/la paciente en el consultorio. No por ser vía internet, la consulta debe tomar menos tiempo.

Bienvenidos los nuevos tiempos, pero siempre mantengamos el ojo en no descuidar la calidad en el proceso de adopción de nuevas herramientas tecnológicas.

Saludos cordiales,

Dr. Roni Luna